lunes, 17 de diciembre de 2007

Odette Alonso (Santiago de Cuba, 1964)


Odette Alonso Yodú
(Santiago de Cuba, 23.01.1964)

Poeta, narradora, ensayista y promotora literaria.

Es Licenciada en Filología. Miembro de la Red de Escritoras Latinoamericanas (RELAT); de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC); y de la Unión de Mujeres Escritoras de las Antillas (UMEDA). Actualmente es editora de la Dirección de Publicaciones de la UNAM.

Ha publicado los poemarios:
Enigma de la sed, Cuba, 1989.
Historias para el desayuno, Cuba, 1989 - Premio "Adelaida del Mármol" 1989.
Palabra del que vuelve, Cuba, 1996 - Premio Pinos Nuevos de poesía 1996.
Linternas, Nueva York, USA, 1997.
Onírica, última función, 1999
Visiones, México, 2000.
Insomnios en la noche del espejo, México, 2000 - Premio Internacional de Poesía "Nicolás Guillén", México, 1999.
Antología cósmica de Odette Alonso, México, 2001.
Diario del caminante, México, 2002.
Cuando la lluvia cesa, España, 2003.
El levísimo ruido de sus pasos, España, 2005.
Escombros del alma, Francia, 2011.
Manuscrito hallado en alta mar, México, 2011.
Vísperas del fuego, México, 2011.

También ha publicado el libro de relatos Con la boca abierta, España, 2006; y la novela Espejo de tres cuerpos, Quimera Ediciones, México, 2009.

Es la compiladora de la antología Las cuatro puntas del pañuelo. Poetas cubanos de la diáspora, proyecto que obtuvo uno de los Premios 2003 de Cuban Artists Fund (Nueva York); publicada con el título “Antología de la poesía cubana del exilio” por Aduana Vieja Editorial, Valencia, España, 2011.

Ha sido incluida en numerosas antologías de poesía y narrativa. Textos suyos aparecen en diversas revistas y páginas de Internet.

Reside en México desde 1992.

( Dirección de correo electrónico: odette_alonsoyodu@yahoo.es )


BALCÓN AL MAR

Llego a tus costas
como al reverso menos cruel de la moneda
y tengo todo el tiempo para amarte
aunque el amor no sea más que alguna carta
a veces una espera.
Me desvisto en el muelle
me deslumbro
tiendo mi mano para hallar otra respuesta
y allí estás tú
allí vuelvo a encontrarte
toda tu firma voluntad sobre mis huesos.
La Habana
al otro lado
es una mancha
una extensa muchacha de luces en la espalda
siempre llena de veredas y centauros.
Porque no soy igual a los demás es que te amo
cuando la muerte es una rosa de los vientos
un golpe de suerte
una limpia palmada sobre el hombro.
Porque no soy igual a los demás es que te canto
que asciende mi canción buscando un puerto
un balcón frente al mar
donde dejar mi mano
donde dejar toda mi voz a buen recaudo
sobre el reverso menos cruel de la moneda.


SANTIAGO DE CUBA

Mis pies han vuelto desnudos
al hosco palpitar de los senderos
una huella reseca sobre el fango
donde una mano ayer echó la maldición.
En la pared mohosa se refleja el contorno
de los flacos arbustos ya sin hojas.
Como una cicatriz
los rieles del tranvía parten la calle en dos
una suave pendiente los arroja hacia el mar
con destellos que ciegan.
Allí están las amigas
bajo la sombra calma
sudor entre los dedos
caricia apenas que presagia el beso.
Allí están los muchachos riendo a carcajadas.
Allí estoy yo
tomada de sus manos
y la tarde es un juego de penumbras que descienden.



LEJOS DE CUBA.


....................................................................A Dagmar Muñiz y Doan Manfugás

No son largos sus dedos
al menos no tan largos
como la suerte que dibuja un océano
entre ella y las calles del Vedado
entre ella y el diente de perro en 16
entre ella y la palabra entonces.
La mano una caricia sobre el negro y el blanco
sobre el hedor sin fondo del Almendares seco
sobre los techos de Cubanacán.
"Como la rosa como el perfume
así era ella"
son y guajira en el aire extranjero
contradanza y montuno en la melancolía
de un amor que se hizo ajeno en 12 y 23
y de otro amor resucitado en la calle Concordia.
"Como lo triste como una lágrima
así soy yo"
el ceño se contrae
nota a nota se desgrana el clarinete.
El pie redobla el ritmo
e inaugura otra espera
otro pozo en la fuga y en el pecho.
"Como lo triste como una lágrima
así soy yo".


INSOMNIOS EN LA NOCHE DEL ESPEJO

Como sombras danzantes saliendo del telón
azules los anillos te atenazan
bajo una lluvia espesa.
Era tibio tu cuerpo
arañas asesinas sobre los vidrios rotos
y el atrio de la iglesia donde jugaba un niño.
Voces lejanas alegres pesadillas
bailan sobre la inútil falange enfebrecida
colman como lamentos la noche del espejo.
La luz no será alivio
el sueño no vendrá.


LOS HÉROES Y LOS FANTASMAS

En un tiempo creía que mis héroes
no eran como los héroes de la patria
cabalgando sobre el lomo de la historia.
Creía en esos héroes
que fundaban la vida en sus guitarras
en el mural obsceno
con el ojo aguzado que ve el derrumbe detrás de los fantasmas
y predice.
Esos héroes sin hijos
no aguantaban la sangre en la garganta
y escupían verdades a diestra y a siniestra
sin esperar a cambio ni un aplauso.
Pude haber sido también uno de aquellos
conocí el agua fría
el alacrán sin nombre
la traición en la punta de la lengua.
Pude llenarme la cuenca de los ojos
de palabras aguerridas y tatuajes
pude firmar un par de manifiestos
mientras sentía en mi piel el filo de la espada.
Cuando el mar puso la orilla al otro lado
y apagó a golpes el fuego de los años
con el verde brillante y los perdones
fui el fantasma predicho
y nunca un héroe
ni siquiera un costal donde enterrar la espada.


S.O.S. (por si regresa abril)

Pudo haber sido un martes y un balcón colonial
fuiste llegando
breve
a mis zancadas
algún lugar de la ciudad abrió sus puertas
y luego ni relojes
ni miradas severas
tú podías estar en cualquier parte
y la ciudad poblarse de todos los milagros.
Si hubiera sido abril
siempre las flores
una sábana azul que levitara sueños.
A veces son tan breves los minutos
que la ciudad se puebla de todos los presagios.
Entonces tengo miedo
un miedo universal
a algún viento imprevisto
a que no quede nada
ni la noche.
Por eso se revienta mi granada de tiempo
y levanto adoquines buscando marejadas
porque en abril la lluvia no da tregua
y salimos convencidos de su influjo.
Bajo mi corazón
la ciudad se ha poblado de todos los secretos
como una alucinante primavera.



FÁBULA DE DOMINGO

El domingo no existe.
Todos saben por qué
pero no lo evitaron
y el domingo recogió sus pertenencias
toda su ropa limpia de cada tendedero
el brillo en los vitrales de cada mediopunto.
No llora su muchacha porque no tiene llanto
porque ya se ha secado
de tanto acariciarlo y que no exista.
Él que siempre fue un marido regresando
para sembrar un poco de calma sobre el pecho
él que fue siempre
al fin de la semana
el respiro profundo para empezar de nuevo.
Ahora se fue el domingo
el planeta es una cruz que se desploma
y se ha quedado viuda su muchacha sin llanto.


TANGO DEL SOLITARIO

Los solitarios danzan su eterna soledad
se hacen sombra en las calles
noviembre ese traidor
los ha olvidado
y Dios se vuelve torpe.
La casa es un disparo
una sombrilla azul.
No existe al otro lado el espejismo
cada quien es su espacio vital
su pobre puntería.
La casa empequeñece
se entrega como un manto
es un trofeo un escondite una escafandra
es una gota pura en la pupila de las madres.
Los solitarios danzan
es el minuto exacto para que abran la puerta
y se quede una mano a la intemperie.
Los solitarios danzan
y Dios se vuelve torpe.
Noviembre es un pedazo de amor que se derrumba.



EL EQUILIBRISTA

Ahí está la vida-cuerda floja y yo encima
muñeco de trapo
bruja sobre su escoba
luna tras el cristal
yo encima
brújula o caminante
saltando dinamita campo ardiendo
a cada lado del cordel.
Abajo están las fauces
los profetas
el mundo el equilibrio cuesta
abajo.
Qué va a importar el torpe manifiesto
las paredes las letras la endeblez de las uñas
la vida-cuerda floja nos sorprende
escogiendo entre el abismo
y el abismo
a sólo un paso.
Quizás si fuera la vida-hilo de Ariadna
la vida-manantial-rosa fugaz
pero es sólo la vida-cuerda floja
y hay un equilibrista
contemplando el espacio que se ensancha
al borde mismo de su impávida pupila.
Es tan sólo la vida-cuerda floja
y hay un equilibrista
que soy yo.

1 comentario:

salva33125 dijo...

Pensaba solo citar en mi pared algunos versos que me gustaban, me quede leyendo, viaje por esa poesía que conozco en su origen, en sus primeros poemas, leyendo en voz alta en una sala donde solo teníamos música, cigarros compartidos y siempre un buen café...por el balcón prevalecía el rojo típico de aquellos lares... Buen trabajo...gracias